De acuerdo a las diferentes necesidades de almacenamiento en las industrias, se utilizan tarimas para mejorar el manejo y transporte de los contenedores utilizados. Por lo mismo, existen diferentes tipos de tarimas fabricados con diferentes materiales, que se adecuen a las necesidades del trabajo. Para elegir los mejores elementos, te explicaremos más sobre este tema para que hagas una compra inteligente.
¿Cuántos tipos de tarimas existen?
Plástico
Las más comunes se fabrican con polietileno de alta densidad (HDPE), debido a su resistencia a la corrosión, a productos químicos y a impactos. Son fáciles de limpiar y desinfectar. También existen de polipropileno o PVC, que resisten temperaturas extremas o ácidos y bases. Dentro de este tipo, están las tarimas antiderrames, que son un auxiliar para la contención de líquidos.
Acero inoxidable
Son ideales para ambientes corrosivos y para el almacenamiento de químicos altamente reactivos. Son duraderas y fáciles de limpiar, aunque pueden ser más costosas. Pueden contar con rejillas de drenaje, en caso de accidentes.
Madera
Son usuales por su bajo costo, aunque no se utilizan para químicos. Su beneficio es que, en algunos casos, pueden estar tratadas para resistir la humedad. Por otro lado, su vida útil puede ser menor que las anteriores y requiere un mantenimiento frecuente.
Características de una buena tarima
Para elegir la tarima que mejor se adapte a nuestras necesidades, es importante que sea resistente a los productos químicos que se almacenarán. Así como soportar ambientes húmedos y corrosivos, sin presentar desgaste prematuro. Un factor extra es que tenga una superficie antideslizante y que sean fáciles de limpiar y desinfectar.
Además, la compatibilidad química de las tarimas con el producto almacenado es fundamental, para evitar mayores accidentes en los espacios de trabajo. Las características de las tarimas elegidas deben poder ajustarse a las dimensiones de los contenedores industriales utilizados y el peso total de las sustancias almacenadas. Por último, las tarimas deben cumplir con la normativa de cada país de acuerdo a los químicos almacenados y las actividades laborales realizadas.